sábado, 25 de julio de 2009

Un codicioso estaba...

Un codicioso estaba hablando con Dios y le pregunta:
Dios, ¿cuánto es para ti un segundo?
Y Dios le contesta:
Mil años.
¿Y un centavo?
Mil pesos.
Luego el codicioso le responde:
Entonces, regálame un centavo.
¡Espérame un segundo!

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