Mira atentamente los cuadrados dibujados en el centro de las rallas oblicuas. Aparentemente no parecen concéntricos y da la impresión de que no son exactamente cuadrados, pero si lo compruebas verás que las líneas son paralelas y forman tres cuadrados perfectos. De nuevo las líneas oblicuas del dibujo provocan una distorsión que solo está en nuestro cerebro.